Economía

La competencia desleal y la crisis hunden el transporte

La actividad del sector ha caído un 40% desde 2008, han desaparecido un 20% de las empresas y el número de vehículos se ha reducido un 25% por la falta de trabajo y el aumento de costes, liderado por el del combustible.

Camiones parados por falta de actividad en la Ciudad del Transporte
La crisis y la competencia desleal hunden el transporte aragonés
M. S.

La crisis ha afectado a casi todos los sectores del tejido económico aragonés, pero se ha cebado especialmente con las empresas y trabajadores del transporte de mercancías de la Comunidad, cuya actividad ha caído hasta un 40% en los últimos años. La escasez de trabajo, que ha desequilibrado la balanza entre la oferta y la demanda, es la principal razón del 'hundimiento' que ha experimentado el sector, también afectado por la subida del precio del combustible y la competencia desleal.


Según la información facilitada por la Federación de Empresas de Transporte de Mercancías de Zaragoza (Fetraz), con datos de la Cámara de Comercio y el Ministerio de Fomento, el número de empresas que operan en Aragón ha descendido alrededor de un 20% desde 2008 después de que hayan cesado su actividad más de 750 compañías de servicio público.


Hace cuatro años había 4.144, mientras que solo han sobrevivido 3.393. Además, el número de vehículos -tanto ligeros como pesados- que trabajan en la Comunidad ha descendido en torno al 25% y un porcentaje indeterminado de la flota aragonesa -podría rondar el 30%- se encuentra totalmente parado. “Ahora mismo hay empresas con más camiones que trabajadores”, asegura Fernando Viñas, secretario de Fetraz.


Morosidad y competencia desleal

“No solo hay un exceso de oferta y escasa actividad, sino que también nos afecta la morosidad, la falta de financiación y la competencia desleal”, indica Viñas. Y es que la proliferación de transportistas ilegales se ha convertido, junto al aumento exponencial del precio del combustible, en una de las mayores preocupaciones de las empresas del sector. “Siempre hemos luchado por acabar con este problema, pero nunca lo hemos conseguido al 100%”, comenta

el presidente de Tradime (Asociación de Transporte Discrecional de Mercancías por Carretera) en Aragón, Jorge Martín Serrano, quien cree que “la competencia desleal se ha disparado” en los últimos años.


“Se trata de gente que antes de la crisis trabajaba de forma legal y, después de no encontrar más escapatorias, ha caído en esa 'trampa', o de personas ajenas al sector que se intentan buscar la vida de esta manera”, denuncia el presidente de Tradime, quien también dirige Fetransa, la entidad que engloba a los transportistas a nivel nacional: “Estas conductas ilegales son difíciles de detectar debido a su gran movilidad, pero hay inspecciones constantes y últimamente se han detectado muchos más casos”.


El precio del combustible se dispara

El incremento de los costes, entre los que se incluyen desde los seguros hasta los peajes y otras tasas, están liderados por el aumento del precio del combustible. Según datos de Fetraz y Tradime, se ha incrementado entre un 65 y un 70% desde 2009, una cantidad inasumible para la mayoría de las empresas. “El incremento de los gastos ha sido muy alto, pero no hemos conseguido repercutir este sobrecoste en el precio de nuestro servicio”.


Ahora, la gran oferta de empresas de transporte que ha dejado la situación económica impide al sector fijar las cantidades que les permitan obtener beneficios. “Las presiones sobre los precios ejercidas por muchos de nuestros clientes han provocado caídas de los mismos en los últimos años”, analiza el secretario de Fetraz, Fernando Viñas.


Una situación preocupante

“La reducción de las toneladas transportadas, alrededor del 40%, todavía ha sido mayor que el número de empresas que han cerrado, por lo que muchas se encuentran en una situación comprometida”, asegura Serrano. Y las previsiones a corto plazo tampoco son optimistas. “El resultado es la desesperación de un sector vital para nuestra economía, que ahora mismo se encuentra contra las cuerdas”, concluye Viñas.