Aragón

La contratación temporal dificulta las investigaciones a largo plazo en Aragón

El no tener fijos a los investigadores "no facilita que vengan investigadores de excelencia reconocida internacionalmente", ha señalado la directora de la Fundación Araid.

La contratación temporal que ofrece desde hace dos años la Fundación Araid en Aragón dificulta la llegada de profesionales de excelencia a la Comunidad y el desarrollo de proyectos de investigación a largo plazo que puedan competir con otros países europeos.


Hasta el año 2010, esta Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (Araid), creada para mejorar los recursos humanos y materiales dedicados a la I+D+i , ofrecía a profesionales de otros lugares un contrato indefinido para impulsar un proyecto, en diferentes áreas de estudio.


Sin embargo, en los últimos años, y dado que la contratación se está realizando de acuerdo con proyectos europeos, la Fundación sólo puede contratarlos durante dos años, una "falta de seguridad" que provoca que "muchos no quieran moverse de donde están".


"El no tener fijos a nuestros investigadores hace que no se puedan pedir proyectos a largo plazo y no facilita que vengan investigadores de excelencia reconocida internacionalmente. Esto nos hace más difícil el acceso a las líneas de financiación de la Unión Europea, que son muy competitivas", ha señalado la directora de la Fundación Araid, María Teresa Gálvez en una entrevista con Efe.


Actualmente, hay 28 investigadores con contrato indefinido, que llegaron a Aragón en los primeros años de la Fundación, y desde 2011 se han contratado a 21 profesionales más con contrato temporal, gracias a un programa de la Unión Europea.


Esto se debe a que, en los últimos años, la Fundación Araid, creada a iniciativa del Gobierno de Aragón, ha visto reducido su presupuesto considerablemente.


De hecho, en 2009 recibió una asignación por parte del Gobierno de Aragón de unos 1,6 millones de euros, una cantidad que se ha ido reduciendo en los presupuestos hasta situarse en los 900.000 incluidos en el anteproyecto de Ley de Presupuestos de Aragón para 2013.


Sin embargo, así como el presupuesto ha descendido, el número de investigadores ha aumentado en este periodo de tiempo, y ha pasado de los ocho iniciales en el primer año de la fundación a los más de cuarenta actuales, de los que dependen alrededor de 160 trabajadores auxiliares y becarios.


"La fundación tiene liquidez y puede hacer frente a este presupuesto, pero nos preocupa el futuro, como se van reduciendo cada vez, eso significa que a lo mejor al año que viene igual no tenemos para pagar a nuestros investigadores fijos", ha explicado.


Ante esta situación, la Fundación está intentando primar aquellas investigaciones que tienen un cierto "reporte económico", frente a otras, como las relacionadas con las Ciencias Sociales, que no tienen tanta "practicidad" y que se están viendo "más afectadas".


"La investigación es una cosa que no tiene un rendimiento inmediato, pero según un balance que hicimos en el 2010, por cada euro invertido se ha traído una media de tres o cuatro euros a Aragón", ha subrayado.


La Fundación Araid desarrolla proyectos de investigación en distintas áreas del conocimiento, desde la nanociencia, la física aplicada, medicina o genética del ganado hasta la gobernanza europea o la historia contemporánea, entre otras.


Jesús Martínez es uno de los primeros investigadores Araid que llegó a Aragón hace más de cinco años para crear su propio grupo de investigación dentro del Instituto de Nanociencia de Aragón, desde donde ha impulsado líneas de investigación, como la utilización de nanopartículas de oro para reducir el tumor en ratones.


Ha insistido en que en los últimos años ha conseguido traer a Aragón una financiación de programas de la Unión Europea de tres millones de euros para proyectos muy innovadores y que, al igual que él, hay otros profesionales de la Fundación que han hecho lo mismo.


"Somos muy productivos. Araid financia mi sueldo y yo he generado catorce puestos de trabajo y diez en una empresa 'spin off' en el Centro de Incubación Empresarial de la Milla Digital", ha comentado.


Sin embargo, ha reconocido sentir "miedo" por el recorte de ingresos que sufre la fundación, y que puede afectar a toda la estructura de la investigación, tanto a empleados, como a proyectos y colaboraciones con otras instituciones internacionales.


Ante esta situación, la salida es buscar financiación en la Unión Europea para desarrollar proyectos potentes y competitivos o a través de las empresas, aunque ha indicado que éstas, en ocasiones, no permiten innovar tanto, ya que buscan desarrollar una aplicación muy concreta.


El grupo de investigación dirigido por Martínez tiene un presupuesto anual que ronda los 750.000 euros, de los cuales el 80% están financiados por la Unión Europea; un 15 % por empresas privadas y el resto por el Gobierno central y autonómico.


Por último, Martínez, de 37 años, ha recordado su estancia en otros países extranjeros, cuando se veía a España como un "país emergente en Ciencia", donde sus investigadores no se iban, sino que llegaban por la "calidad científica y las condiciones para la investigación" que había.


"A día de hoy, volvemos atrás. Estamos en el español que se va de nuevo fuera porque aquí no tenemos nada que hacer. Estamos perdiendo generaciones enteras de posdoctorales que aquí en España no pueden aspirar a nada y que ven un futuro muy incierto", ha concluido.