Trabajo

Las administraciones aragonesas adeudan 193 millones a los autónomos

El plazo medio de morosidad en la Comunidad por parte de las administraciones públicas es de 145 días.

Los autónomos de la construcción son los más afectados
Obras de fresado en el puente de Santiago
P. B.

Terminar en plazo un trabajo para un organismo público y cobrar meses después de lo acordado es una situación demasiado corriente para un buen puñado de autónomos aragoneses. Las administraciones públicas de la Comunidad (Gobierno, ayuntamientos, diputaciones y comarcas...) mantienen en estos momentos una deuda 193 millones con los trabajadores autónomos y el tiempo medio que tardan en pagar asciende a 145 días.


A nivel nacional, las administraciones públicas adeudan 5.510 millones de euros a los afiliados al Régimen Especial de trabajadores autónomos (RETA), según desvela un informe del Observatorio del Trabajo Autónomo de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) que analiza la morosidad de enero a noviembre del presente año. También concluye que la deuda con este colectivo crece a un ritmo de 6 millones de euros al día. A pesar de lo abultado de sus impagos, las cifras de Aragón son muy inferiores respecto a las de comunidades como Cataluña (922 millones), Andalucía (789) o Comunidad Valenciana (772), aunque están muy por encima de Ceuta y Melilla (7 millones cada una), La Rioja (35), Navarra (48) o Cantabria (75).


La morosidad de estas entidades tampoco presenta unos plazos de pago especialmente buenos en la Comunidad. La tardanza media a la hora de afrontar las facturas se eleva a 145 días, cuando la ley de Morosidad de 2010 establece un plazo máximo de 45 días (que se reducirá a 30 a partir del próximo 1 de enero). Es decir: las administraciones aragonesas tardan de media 100 días más de lo marcado por ley en pagar a fontaneros, transportistas o fotógrafos que funcionan como empresas unipersonales.


"Cuatro de cada diez autónomos han perdido su empleo o pasan por graves problemas económicos por culpa de la morosidad pública. 'Papá Estado', DGA, diputaciones y ayuntamientos no pueden dejar de pagar porque eso dificulta nuestro trabajo, que es algo primordial", lamenta Mayte Mazuelas, presidenta de la ATA en Aragón.


Mazuelas también critica la burocracia a la que, en ocasiones, deben hacer frente los autónomos para cobrar: "Desde la Asociación tenemos que hacer campañas para que los trabajadores recuerden ir a sellar al Ayuntamiento los pagos que éste les adeuda. Es injusto porque si nosotros no pagamos el IVA en tiempo y forma nos recargan automáticamente el 20%. La administración debería trabajar igual".


Aragón tiene 103.017 autónomos a fecha de 30 de noviembre. Esto supone un fuerte descenso respecto a 2008, cuando esta cifra ascendía a 117.865 trabajadores. Como es lógico, el sector que más autónomos ha perdido desde el estallido de la crisis es el de la construcción, en el que se han dado de baja alrededor de 7.000 trabajadores desde marzo de 2008. La industria y el transporte también están sufriendo por encima de la media las devastadoras consecuencias de la actual coyuntura económica. La hostelería es, en estos momentos, el ámbito laboral con mayor autoempleo en la Comunidad.


El presidente de la ATA a nivel nacional, Lorenzo Amor, califica de "vergüenza" los datos recogidos en el informe, elaborado a raíz de 1.303 encuestas a trabajadores. Amor señala al conjunto de las administraciones públicas como "el principal foco de destrucción de empleo, de autónomos y de empresas".


Deuda privada


"La morosidad de las administraciones es un problema, pero no el principal que tenemos los autónomos en la actualidad", explican desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en Aragón. "Nos importa más -añaden- las empresas privadas que nos adeudan dinero y que entran en concurso de acreedores, dejando de pagarnos. Las empresas pueden disolverse, pero nosotros no".


Otros factores que están torpedeando el trabajo de los autónomos es la falta de financiación por parte del sector financiero, la inexistencia de políticas públicas de apoyo al emprendedor y la desaceleración del consumo. "Al final es una pescadilla que se muerde la cola. La situación es malísima y no tiene visos de mejorar a corto plazo", concluyen desde UPTA.