Agricultura

Agricultores aragoneses participan en proyecto de agricultura ecológica de secano

El proyecto 'Cultivos para tierras mejores' trata de demostrar la viabilidad y rentabilidad, económica y medioambiental, de la agricultura "bio" de secano.

Agricultores de cuatro autonomías (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Navarra) participan en el proyecto Life+ 'Crops for better soil' o 'Cultivos para tierras mejores' que trata de demostrar la viabilidad y rentabilidad, económica y medioambiental, de la agricultura 'bio' de secano. 


La experiencia de una veintena de agricultores, durante el quinquenio del proyecto (2011-2016), se realizará sobre 400 hectáreas en las que se cultivarán leguminosas, oleaginosas y cereales ecológicos.


El proyecto -que empezó a finales de 2011 y se desarrollará hasta 2016- está liderado por el empresario español Mariano Saz, de la empresa Transati, y cuenta con un presupuesto de 3,7 millones de euros, cofinanciados al 50 % por la Unión Europea y por esta firma, con sede en Madrid.


Transati es una plataforma para la logística y la transformación de todo tipo de cereales, semillas y legumbres, pero además es la única empresa española especializada en la importación y exportación de este tipo de productos ecológicos.


Saz ha detallado que ha promovido la puesta en marcha de este ambicioso proyecto para mejorar, sustancialmente, la calidad de este tipo de cultivos, tanto para el mercado de exportación, como para el mercado nacional.


"El problema es que el agricultor ecológico -de cereal en secano- no fertiliza la tierra, ni aplica la rotación de cultivos", ha explicado Saz, convencido de que si se llevan a cabo unas determinadas prácticas agrícolas la calidad de los cultivos ecológicos de secano mejorará de forma notable.


Este proyecto pretende demostrar que la aplicación de prácticas agrícolas orgánicas en cultivos de secano puede incrementar la fertilidad del suelo, frenar la degradación de las tierras, así como aumentar los rendimientos de los cultivos.


Así apuesta por técnicas agrícolas como la rotación de cultivos entre leguminosas, oleaginosas y cereales, el abono orgánico o el laboreo.


Al finalizar el proyecto se pretende la mejora en un 20 % de la fertilidad del suelo, un 20 % de la rentabilidad de las tierras frente a otras de secano que utilizan fertilizantes e insecticidas, la reintroducción de al menos 5 cultivos tradicionales, así como mejorar la calidad de vida de las áreas rurales.


"Si logramos estos objetivos", ha apostillado Saz, "ganamos medioambiental, económica y socialmente", ya que la empresa lograría materia prima suficiente para exportar producto de calidad, podría reducir las importaciones para abastecer el mercado nacional, aumentaría la rentabilidad de los agricultores y mejoraría la tierra.


Por otro lado, la formación es uno de los ejes primordiales de este proyecto y corre a cargo de la Asociación Vida Sana, entidad que apuesta por el desarrollo de la agricultura ecológica y su difusión.


La responsable de formación de esta entidad, Montse Escutia, ha explicado que es fundamental "asesorar y aconsejar a los agricultores" sobre la aplicación de prácticas agrícolas biológicas para "mejorar la calidad del suelo en zonas marginales, áridas y de secano, donde los rendimientos han sido tradicionalmente muy bajos".


Otras entidades que también participan en el proyecto son Transfer Latin Business Consultany, que lleva la asesoría y coordinación; Medusa Explorations, empresa holandesa especializada en análisis de suelos; Saatzucht Steinach, empresa alemana dedicada a la producción de semillas de gramíneas forrajeras y leguminosas, cultivos de cobertura y especiales.


También participa la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que aportará a expertos en proyectos de investigación y se encargará del estudio científico del proyecto