La oposición cree que nueva Ley Educación es elitista y retrógrada

Los grupos de la oposición en las Cortes de Aragón -PSOE, CHA e IU- han calificado el anteproyecto de Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (Lomce) como una norma "antidemocrática", "elitista", "ideológica" y "retrógrada", que mira al pasado y no responde a las necesidades de una sociedad moderna y democrática.

Así lo han indicado los portavoces de los diferentes grupos en el pleno de las Cortes que se celebra hoy y en el que ha comparecido la consejera aragonesa de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, Dolores Serrat, a petición de CHA y PSOE, para informar sobre su posición respecto al anteproyecto de la citada ley, aprobado en Consejo de Ministros el 21 de septiembre.

Serrat ha rechazado los argumentos de los grupos de la oposición y ha insistido en que dicha norma pretende resolver algunos problemas que tiene el actual sistema educativo y también incrementar su calidad, en un momento en el que el fracaso escolar supera el 30 por ciento.

Ha recordado que todavía está en trámite por lo que las comunidades autónomas y los distintos agentes implicados en la educación están a tiempo de plantear sus propuestas, y de hecho ha anunciado que el Consejo Escolar de Aragón se reunirá los días 20 y 27 de este mes para debatir sobre este asunto, y también otros grupos de trabajo que plantearán sus propuestas.

A su juicio, la educación europea "está en crisis" y todos los países están intentando mejorar la formación de sus jóvenes para adaptarlos a una realidad diferente, y en este sentido ha destacado la necesidad de dar cierta flexibilidad a un sistema extremadamente rígido.

Ha negado que el Estado, con esta norma, esté llevando a cabo una invasión de competencias de la comunidad tal y como le ha reprochado la oposición, y también ha rechazado la idea de que sea antidemocrática, sobre todo porque el gobierno ha contado con todos los sectores educativos y porque espera de ellos sus propuestas de mejora, ha añadido.

Serrat ha apostado por llevar a cabo un cambio de enfoque en el sistema educativo, que haya más preocupación por los resultados y menos por el control de los procesos, y ha dejado claro que la evaluación es implícita a la educación, por lo que ha defendido el desarrollo de ciertas pruebas, sobre todo al final de cada etapa.

La portavoz socialista, Mayte Pérez, ha dicho que el anteproyecto de ley es un documento "rancio, segregador, provocador y clasista" que plantea la educación como una carrera de obstáculos regida por "la ley del más fuerte" y la "competitividad", una norma que recupera "la mala escuela del pasado" y lleva al país a "un modelo de hace más de 30 años".

"No afronta el presente y el futuro con coraje y valentía", no atiende a las recomendaciones de organismos internacionales ni tiene en cuenta las experiencias positivas de otros países, ha lamentado Pérez, quien ha comentado que dicha ley requiere de consenso, de diálogo y de generosidad de todas las partes.

En este mismo sentido se ha posicionado Gregorio Briz, de CHA, quien ha afirmado que la Lomce es una ley "absolutamente ideológica" que no se basa en un "diagnóstico riguroso", que apuesta por una "educación clasista" y que empeorará los resultados de fracaso escolar.

En su opinión, se trata de un planteamiento "retrógrado" y "cavernícola" que deja a un lado la máxima de la igualdad de oportunidades, a pesar de que hoy en día "la única manera de salir adelante es la educación". Con esta ley las personas con más dificultades son "carne de cañón", ha advertido.

Por su parte, el diputado y portavoz de IU, Adolfo Barrena, ha dicho que esta "wertgonzante" ley se plantea de manera antidemocrática, antepone las necesidades de los mercados a la formación integral de los alumnos y "es una potente arma de segregación", teniendo en cuenta que "impone la lucha de clases".

Sobre este último asunto, ha subrayado que los ricos van a tener más posibilidades y más oportunidades, que impone un sistema de "etiquetaje" a través de las reválidas "características de las escuelas de Franco" y marca el retorno "del nacionalcatolicismo a las escuelas".