Muertes en la N-II y la N-232

Cien kilómetros de la N-232 y la N-II han enterrado a casi 200 personas en diez años

Los dos tramos más peligrosos de Aragón dejan también 1.263 heridos en los 800 accidentes ocurridos desde 2002.

Casi 200 muertos y 1.263 heridos, esas son las víctimas que se han cobrado los dos tramos sin desdoblar de la N-232 y la N-II en los últimos diez años. Una mera estadística para Fomento, pero una auténtica tragedia para cientos de personas a las que estas siniestras carreteras han dejado viudas o viudos, sin padres, sin hijos o... sin familia. Apenas suman 117 kilómetros, un trecho bastante discreto en una red viaria tan extensa como la aragonesa. Y, sin embargo, concentran una buena parte de los accidentes que se producen a lo largo del año en la Comunidad. Según cifras de la Dirección General de Tráfico, a lo largo de la última década se ha registrado uno cada cuatro días de forma incesante. 


En su particular y macabra competición, la N-232 y la N-II enterraron este jueves otras dos vidas: y ya son cuatro en lo que va de año. Cuatro personas con nombre y apellidos que se incorporan a la lista de 191 (estadística oficial a 24 horas del accidente) que han fallecido en algún punto de estos dos 'cementerios' de asfalto desde 2002. Pero ni siquiera 'amontonadas' todas estas víctimas parecen tener algún valor, porque, al margen de las promesas y los compromisos indefinidos, aún no hay ninguna perspectiva de obras para acometer dos desdoblamientos que se antojan imprescindibles.


Pedrola, Luceni y Mallén se revelan como los tres puntos negros de la N-232, carretera a la que los propios transportistas han bautizado como 'La senda de los elefantes' (por el trajín constante de camiones que soporta). Esta trampa mortal se extiende del kilómetro 269,000 al 296,800, pero es en estos tres términos municipales donde más choques frontales se concentran. Porque, aunque de vez en cuando se produce alguna salida de vía, la inmensa mayoría de los accidentes son colisiones.


En una respuesta del Gobierno a una pregunta del diputado Chesús Yuste (CHA), Fomento precisa que en los 225 siniestros registrados en los últimos diez años en la N-232 se han visto implicados 117 camiones (96 de ellos, de más de tres toneladas y media). De ahí que las consecuencias de los choques contra estas inmensas moles rodantes sean fatales.


Sin ser la solución definitiva, hay que reconocer cierta eficacia en las medidas adoptadas en diciembre de 2008, cuando se pintó la raya continua en todo el tramo, se limitó la velocidad a 80 y se prohibió la circulación a vehículos especiales y tractores. De hecho, desde entonces, no se ha superado la veintena de accidentes al año, cuando antes se llegaban a alcanzar los 38 .