Educación

Rechazo absoluto a que Europa corte el grifo de las becas Erasmus

Casi mil aragoneses se fueron de Erasmus el curso pasado, un programa cuya continuidad está en entredicho. La Universidad de Zaragoza asegura que no corre peligro ni la convocatoria presente ni la de 2013.

Unas Erasmus, durante su estancia en Zaragoza
Unas Erasmus, durante su estancia en Zaragoza
HERALDO

Incredulidad, tristeza o desolación son algunos de los sentimientos que muestran los estudiantes, exparticipantes del programa Erasmus a lo largo de sus 25 años y profesores universitarios al ser preguntados acerca de la posibilidad de que la Unión Europea deje de financiar la totalidad de las becas. Una tesitura que la Universidad de Zaragoza ha descartado para el presente curso y el que viene.


Las declaraciones que el pasado jueves realizó el portavoz de Presupuestos de la Comisión Europea, Patrizio Fiorilli, en las que dejó entrever que las becas podrían estar llegando a su fin, no ha sentado nada bien en la comunidad universitaria, que ve cómo se desmoronaría uno de los programas más sólidos y de más éxito del sistema de educación superior.


La vicerrectora de Ordenación Académica de la Universidad San Jorge, Amaya Gil, explica que la noticia le produjo "tristeza, desolación". Gil señala que "el hecho de que un proyecto tan interesante, con tan buenos resultados y que ha ha enriquecido a tantas generaciones de estudiantes esté en la cuerda floja es un mazazo tremendo".


Para la vicerrectora, "la variedad de culturas" que propicia el erasmus "tiene un impacto valiosísimo entre los jóvenes, ya que les abre la mente, les permite una mejor inserción laboral y, por supuesto, les ayuda a perfeccionar un idioma".


La posible supresión de este programa afectaría especialmente a los estudiantes de aquellas carreras con una especial proyección internacional, como el grado de Lenguas Modernas de la Universidad de Zaragoza o el de Traducción de la San Jorge, que exige cursar un mínimo de 30 créditos en una universidad europea.


A lo largo del miércoles la Universidad de Zaragoza prefirió no entrar en valoraciones, a la espera de la reunión de la Comisión Europea del próximo 23 de octubre.


"Ayuda a abrir la mentalidad"


Adrián Sanmiguel, presidente del Erasmus Student Network en Zaragoza (una organización internacional que se ocupa de recibir a los estudiantes de intercambio y organiza actividades para que profundicen en la cultura local) se ha mostrado "bastante impactado" por que "uno de los programas más sólidos" esté en la cuerda floja. "Se preveía algún recorte, pero no hasta el punto de que se pudiera eliminar y afectar a los ya becados".


"Si se quitan las becas europeas se va a empeorar el nivel educativo, especialmente en aquellas personas con bajo poder adquisitivo. Esperemos que finalmente se mantengan las becas", añade el joven.


Para Adrián, salir a otro país "ayuda muchísimo a abrir la mentalidad y es un buen empujón de cara al mercado de trabajo". "Aunque se piense que el Erasmus es solo viajar y salir de fiesta -añade- en realidad es mucho más que eso. Ayuda a madurar, aprender o perfeccionar un idioma y conocer otra cultura".


"Debería ser una experiencia obligatoria"


Argumentos que comparte Víctor Monge, un joven zaragozano que durante el año académico 2010/2011 estuvo en Lisboa cursando Ingeniería Química: "Es una buena oportunidad para salir del nido y espabilar, ahora que se está en casa hasta tan tarde. Ves otras culturas, que aunque sean parecidas a la nuestra tienen muchos matices diferentes que te abren la mente".


Además, indica, "en mi caso me ayudó a aprender un idioma, el portugués, y a hacer grandes avances con el inglés, que es el idioma 'oficial' entre los estudiantes". "Para mí -concluye el joven-, debería ser una experiencia obligatoria".


Mil erasmus aragoneses el curso pasado


En el curso pasado, un total de 975 estudiantes de las distintas facultades aragonesas (886 de la Universidad de Zaragoza y 89 de la Universidad San Jorge) disfrutaron de una beca Erasmus.


España es, en estos momentos, líder mundial en 'préstamo' de estudiantes. En el curso 2011/12, más de 36.000 jóvenes españoles se matricularon en otra universidad europea. El número de estudiantes 'importados' fue aún mayor, superando los 37.000.