La inserción laboral de los enfermeros aragoneses se resiente por los recortes

Hasta hace relativamente poco, diplomarse en Enfermería equivalía a no tener excesivas dificultades para encontrar un primer empleo y, con el tiempo, obtener un puesto de trabajo estable. Los fuertes recortes en el sector público le han dado la vuelta a la tortilla y la última hornada de enfermeros aragoneses apenas ha conseguido este verano hacer sus primeros pinitos en los hospitales y centros de salud.

Aunque todavía no hay estadísticas oficiales de la inserción laboral de los recién graduados, fuentes del sindicato de enfermería Satse explican que "si en años anteriores ha habido problemas para cubrir todas las sustituciones e incluso había que echar mano de diplomados de otras comunidades autónomas -especialmente Andalucía-, este verano muy poca gente ha sido llamada para la bolsa de trabajo".

La rápida colocación de la que podían presumir los enfermeros ha caído en picado. El último estudio sobre inserción laboral en Aragón, elaborado por el Observatorio de Empleo Universitario de Universa y la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón (ACPUA) y publicado antes de los duros ajustes en materia de Sanidad, indicaba que el 72,2% de los alumnos de Ciencias de la Salud encontraba un empleo tras acabar los estudios. Un panorama que ha cambiado radicalmente en apenas unos meses.

Fuentes de Sanidad explican que "este año se ha intentado coordinar mejor las vacaciones de todo el personal sanitario para no tener que contratar tanto personal eventual", algo que habría permitido "reducir el gasto en contrataciones que no eran necesarias".

De este modo, añaden estas mismas fuentes, "se ha conseguido un importante ahorro para las arcas de la Comunidad sin que suponga una merma en la calidad del servicio"."Podías trabajar, hacer sustituciones..."

Desde Satse indican que "antes, las expectativas que había era que salías de la facultad y tenías al menos un trabajo estacional. Aunque tardaras años en conseguir una plaza fija, con cero puntos en la bolsa de trabajo podías trabajar, hacer sustituciones...". Una situación que dista mucho de la actual, en la que profesionales con varios años de experiencia se están encontrando con muchas dificultades para conseguir trabajos temporales.

En el seno del sindicato creen que esta problemática se agravará a lo largo de los próximos años: "La de Zaragoza fue una de las tres primeras universidades españolas en implantar el Grado en Enfermería, el problema vendrá el año que viene, cuando salgan los egresados del resto de autonomías".

"Además, el verano que viene se titulará la primera generación de enfermeros de la Universidad San Jorge", añaden desde Satse, lo que incrementará aún más la demanda de puestos de trabajo en la Comunidad.

Sector privado o emigrar

Ante el negro panorama en el sector público español, las alternativas de los profesionales de la Enfermería pasan por los centros privados y residencias o dar el salto al extranjero.

Este último punto suena cada vez con mayor fuerza en las facultades de todo el país. "Los enfermeros españoles están muy bien considerados en el extranjero. Esto se debe a sus estudios, que son muy completos, y a su forma de trabajar. Además, no necesitan homologar el título ", asegura Teresa Vieitez, responsable en Zaragoza de la red de empleo público en Europa EURES.

"Hace poco celebramos una feria en la que dimos a conocer la demanda de profesionales del sector en Europa, especialmente en el Reino Unido, pero también en Francia, Suiza, Finlandia y Alemania", añade Vieitez. "Los trabajadores del sector sanitario español tiene un gran cartel fuera de nuestras fronteras", subraya.

Un millar de estudiantes el último curso

En el presente curso académico -que concluirá tras los exámenes de septiembre- se han matriculado 1.028 estudiantes en el Grado de Enfermería de la Universidad de Zaragoza (695 en Zaragoza, 200 en Huesca y 133 en Teruel), de los que unos 200 han cursado el último año, por lo que podrían haber accedido al mercado laboral este verano o hacer lo propio tras los exámenes de septiembre.

A ellos hay que sumarles los siete únicos estudiantes que quedaban matriculados en la diplomatura de Enfermería, a extinguir, y los matriculados en la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge.