La fuerte racionalización del gasto público puede provocar que lo barato salga caro. Esta situación se observa en los hospitales y centros de salud de Aragón, donde tras el cambio en determinados materiales sanitarios han visto como la calidad de estos ha bajado notablemente.

Los guantes que ahora utiliza el personal sanitario se llevan la palma en lo que quejas se refiere. Francisco Dorado, uno de los responsables del área sanitaria del sindicato CSIF, denuncia esta situación: "Hemos recibido todo tipo de comentarios negativos desde muchísimos centros de salud de todo el territorio. Todo el mundo se queja de los guantes, que o bien aparecen rotos o se rajan con el mínimo roce de una aguja, así que hay enfermeros que se ponen hasta tres pares para evitar sustos".

De este modo, el ansiado ahorro en material se traduce en un gasto inesperado: "Para encontrar unos guantes en unas condiciones aceptables tienes que gastar entre tres o cuatro pares", critica Dorado.

Los propios trabajadores insisten en la baja calidad de algunos materiales. "Desde que los cambiaron, cada día nos salen decenas de guantes defectuosos: unos están directamente rotos por la mitad, otros se rompen nada más ponerlos en la mano...", asegura A. S., un enfermero del Hospital Miguel Servet de Zaragoza que prefiere no revelar su nombre completo.

Un escalón por debajo en el número de críticas aparecen las nuevas jeringas -que según explican los facultativos, en ocasiones quedan inservibles al no poder hacer el movimiento de retorno- y los equipos de goteo, en los que la ausencia de regulador se ha convertido en un hecho más común de lo deseable. Este último ejemplo es el menos acusado.

Juan R., otro sanitario que trabaja en un centro de atención primaria zaragozano, incluso se aventura a cifrar en "alrededor de un 15 ó 20%" el porcentaje de guantes defectuosos que extrae de cada caja de cien. "Algunos salen sin dedos, otros sin la parte de la muñeca", precisa. Para él, las jeringuillas son otro caballo de batalla: "Hay una gran diferencia entre trabajar con las verdes (el nuevo modelo) y las blancas (el modelo anterior). Las viejas no daban ningún problema, pero las verdes se quedan atascadas con mucha frecuencia".

A pesar de ser consultada en varias ocasiones, la DGA no ha entrado a valorar esta situación.

Central de compras

La central de compras del Servicio Aragonés de Salud (Salud) se puso en marcha para adquirir de forma conjunta el material y los suministros de todos los centros sanitarios de la Comunidad aragonesa, tanto hospitales como centros de salud.

Los responsables de compras eligen los materiales entre un catálogo único e invariable de productos. La previsión del Ejecutivo autonómico pasa por ahorrar hasta 7 millones de euros cada año.

Hasta la creación de este nuevo modelo, cada sector sanitario o centro gestionaba y contrataba las compras del material para sus respectivas instalaciones. Este sistema había generado una gran variabilidad en los productos adquiridos por cada centro y asimetrías en los precios y en las condiciones de adquisición.