Proceso de escolarización

La mitad de los colegios bilingües están saturados

Más del 50% de los centros que ofrecen este programa en las principales ciudades de Aragón no tienen plazas, una cifra que desciende al 23% en el resto de escuelas.

El colegio Rosales del Canal oferta religión católica, islámica y evangélica
La mitad de los colegios bilingües están saturados
J. M. MARCO

Más de la mitad de los colegios bilingües de las principales ciudades aragonesas no disponen de ninguna plaza libre después de que el periodo de entrega de solicitudes para Educación Infantil haya cerrado con 22 de los 40 centros que ofrecen este servicio saturados. Un 55% de escuelas saturadas que contrasta con el 23% que afecta a los colegios que no ofrecen este programa.


Cuatro de los cinco colegios con mayor exceso de demanda de Aragón son bilingües, un factor que muchos padres valoran a la hora de matricular a sus hijos en una determinada escuela. El zaragozano Hilarión Gimeno, que imparte clases en inglés, ha recibido 129 solicitudes para solo 75 plazas. Algo parecido a lo que ocurre en centros como el Marie Curie (francés, 106 peticiones para 75 vacantes), el Ramón y Cajal de Cuarte de Huerva (inglés, 53 para 25) o el Joaquín Costa de Monzón (inglés), con 75 inscripciones para 50 plazas.


“Los colegios bilingües son mucho más atractivos para los padres y los resultados son espectaculares”, asegura Mario Torrado, director del colegio Rosales del Canal, que aplica el plan de estudios bilingüe y bicultural del British Council. Sin embargo, las 130 solicitudes que han vuelto a desbordar a un centro que cuenta con 100 vacantes no solo se explican por el interés que despierta la enseñanza intensiva de un segundo idioma.


“Es cierto que se trata de un gran aliciente, sobre todo cuando un padre tiene que decidir entre varios colegios, pero tampoco hay que olvidar que nos encontramos en una zona con una demanda muy alta”, indica Torrado, quien ahora ni siquiera se plantearía “trabajar en una escuela que no fuese bilingüe”.

Un valor añadido

Tanto los padres, que demuestran su apoyo a este programa con cientos de solicitudes, como los propios colegios defienden el valor de que los niños aprendan un segundo idioma desde el inicio de su escolarización. “Les ofrecemos un contacto directo con personas nativas y no solo para que aprendan su lengua, sino también su cultura y costumbres”, explica Luis Yagüe, secretario del Marie Curie, un centro que 'habla' en francés. “Además, los alumnos pueden realizar actividades extra escolares en francés, como teatro o campamentos de verano, e incluso los padres pueden apuntarse a cursos”, dice Yagüe.


Pero a estos centros, que en los últimos años ya tuvieron una gran demanda, se han unido otros que han ido creciendo a la sombra del bilingüismo. Es el caso del María Moliner, un colegio que el curso anterior a la implantación del programa en inglés recibió 17 solicitudes. Este año, el número de inscripciones ha ascendido a 62, que superan con creces las 50 plazas vacantes con las que cuenta. “Las solicitudes se han multiplicado alrededor del 50% y, por primera vez en la historia del colegio, vamos a tener que recurrir al sorteo para adjudicar las plazas”, afirma Luis García, miembro de la Asociación de Madres y Padres de este centro.


Una alegría compartida con la dirección del colegio, que hace tres años logró materializar una demanda de los propios padres de alumnos. “No solo hemos conseguido ofrecer el plan bilingüe, sino que además hemos logrado que funcione bien y cada vez más gente confíe en nosotros”, analiza Daniel López, director del María Moliner. “Con la importancia que ha adquirido el conocimiento de un segundo idioma, esta oferta educativa marca la diferencia a la hora de elegir una escuela”, finaliza.

Un programa "positivo", pero con "lagunas”


La alta demanda de este tipo de centros indica que la dirección es la correcta, ya que los padres valoran este programa”, reflexiona Nieves Burón, secretaria técnica de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar), quien pide que este plan educativo se extienda a más colegios. “Sin embargo, Educación no solo debe garantizar que el bilingüismo se implante en los centros, sino que se haga de la mejor forma posible”, continúa Burón, quien critica el lastre que suponen los recortes en formación del profesorado.


“Al contrario que en los colegios concertados, en los que pueden contratar a personal ya cualificado para la enseñanza bilingüe, los centros públicos deben adaptar al profesorado a la nueva situación, y este proceso no siempre es inmediato”, expone la secretaria de Fapar, quien demanda “más recursos para que el personal educativo aragonés pueda contribuir al desarrollo de este programa y no se generen desigualdades”.


Desde muchos colegios, en cambio, defienden la buena marcha de la enseñanza bilingüe en Aragón. “Es una de las comunidades en las que mejor funciona este programa. Cuando hay reuniones en Madrid para tratar este tema y escucho los problemas que tienen en otras regiones para implantarlo, me doy cuenta de lo afortunados que somos aquí”, concluye Mario Torrado, director del colegio Rosales del Canal.