"Aragón es la chica guapa del baile", sostiene Enrique Pernía (Zaragoza, 1975), informático que regenta su propio negocio, Sistemas Pernía, en la capital aragonesa. Para la chica guapa, como no podía ser de otra forma, Enrique pide que encuentre al chico guapo en un futuro, a poder ser, cercano.

El primer recuerdo que le viene a la cabeza de un día de san Jorge especial es en La Almunia, en un concurso de ranchos que se celebra cada año con motivo de esta jornada festiva.

"Al concurso nos apuntamos un grupo de amigos porque hay uno de los amigos que cocina muy bien", cuenta Enrique. Pero ese día, al echar la cayena al rancho para darle el toque picante, hubo "un pequeño descontrol de logística". "''No, que la echo yo', 'no que la echa el otro, 'no, que no la ha echado nadie'", recuerda Enrique "y al final eso llevaba más cayenas que arroz, que caracoles y que conejo", explica.

"No hubo nadie que se lo comiera y al final mi amigo perdió el concurso", lamenta, aunque de aquella historia salió una moraleja. "Aprendimos que tenemos que hablar entre nosotros", dice.