Si hay algo que caracteriza al mes de septiembre es la vuelta a la rutina. Terminan las vacaciones y los grandes viajes, las dietas y los gimnasios se instauran en la vida diaria para combatir los excesos veraniegos, la jornada laboral recupera su horario habitual y los pequeños de la casa empiezan el colegio. Para las familias esto se traduce en una época de gastos, pues además de llenar la nevera tras las vacaciones, toca renovar el material escolar para el nuevo curso, comprar alguna que otra prenda de ropa para hacer frente al otoño y un par de zapatillas capaces de resistir el año entero y pagar las actividades extraescolares que tanto divierten a los niños.

La familia García Vázquez conoce bien esta situación, y por partida doble, pues Lucía y Mateo, los pequeños de la casa, han empezado el curso con más energía que nunca. Pero sus padres, Ernesto y Pilar, todavía tienen la cabeza en las vacaciones, y más en concreto en el coche: después de recorrerse todos los barrios de la ciudad para acudir a las fiestas de cumpleaños de los amigos de Mateo y a los torneos de baloncesto de Lucía durante el mes de junio, hacer frente a algún que otro viaje de trabajo durante julio, y marcharse a la playa y al pueblo durante todo el mes de agosto, con el consiguiente desorden que este tipo de viajes supone y alguna que otra pelea de los niños por pasar demasiadas horas sentados tan cerca, se han dado cuenta de que el vehículo familiar ya no da más de sí y que necesitan un nuevo modelo con más espacio.

Tras hacer un rastreo por Internet y ver los precios medios, hacer cuentas y calcular cuánto dinero podrían invertir, han decidido que es el momento de comprar un coche nuevo que se adapte a sus necesidades. Unos amigos de confianza les han recordado que, antes de comprarse un vehículo nuevo, investiguen las ofertas de los coches de ocasión. Él no está del todo convencido, pero a Pilar le parece una buena idea, ya que un coche de ocasión supondría un ahorro considerable y podrían destinar el dinero sobrante para darse algún capricho. Por ello va a tratar de convencer a su marido, y con muchos argumentos.

Esta cuestión, que aflige a la mayoría de compradores a la hora de renovar su vehículo, lleva días rondando la cabeza de Ernesto y Pilar. Según los últimos datos que se conocen del estado del mercado automovilístico, la venta de coches de ocasión y segunda mano ha aumentado de manera notable en los últimos años, alcanzando cifras superiores a la de vehículos nuevos. Estos datos no ayudan mucho a la pareja, pues cada uno tiene claro qué es lo que está buscando.

Pilar está convencida de que un vehículo de ocasión ofrece las mismas posibilidades que uno nuevo, pero con una ventaja aún mayor: el precio. Y no solo del coche, sino de otros aspectos económicos que le rodean: las cuotas del seguro, por ejemplo, son más baratas, y no hay que pagar el impuesto de matriculación. Además, ha leído que un coche de segunda mano se deprecia menos que uno nuevo, algo que resulta más rentable si deciden cambiar de vehículo dentro de unos años. A ello se añade la inmediatez, pues comprar este tipo de coches es tan sencillo como acercarse a un concesionario, elegir entre los modelos disponibles y hacer los papeles para llevárselo a casa cuánto antes.

Él, amante de la tecnología, lo tiene claro: adquiriendo un coche nuevo se puede personalizar al gusto, incorporando todos los extras de asistencia al conductor disponibles en el catálogo y con un sistema que le permita escuchar la música que guarda en su teléfono móvil sin necesidad de cables y dispositivos conectados al salpicadero. Además, le gustaría elegir un modelo en colores claros, pues está convencido de que en los tonos oscuros las marcas del polvo y la lluvia se aprecian mucho más. Otro de los alicientes para decantarse por esta opción es la garantía del fabricante, un servicio que cubre los defectos y averías de fábrica que el vehículo puede presentar durante sus dos primeros años.

Lo que Ernesto no ha tenido en cuenta es acudir a un concesionario, pues en un primer momento valoró comprar un coche de segunda mano a un particular, porque pensaba que era más económico. No obstante, al ver las ventajas de adquirir un vehículo de ocasión en una casa oficial, no le dio tanta importancia al resto de factores y descubrió una más importante: la fiabilidad que otorga comprar el vehículo en un concesionario oficial.

Tras mucho pensar, por fin han encontrado la solución a su dilema: acudir a los Family Days BMW de Goya Automoción, una promoción con una selección de más de 20 vehículos de ocasión con condiciones inmejorables, con opciones desde 22.900 euros, cuatro años de mantenimiento y una campaña de financiación muy flexible que se adapta a la perfección a su presupuesto. Ahora, el dilema es otro: ¿Qué coche elegir?

Antes de que los niños salgan del colegio, Ernesto y Pilar se acercan hasta las instalaciones de Goya Automoción, en la carretera de Logroño, 22, para conocer más sobre esta promoción que han oído en la radio. La marca les convence, así que solo es cuestión de cruzar los dedos y encontrar un modelo que se adapte a lo que están buscando: necesitan un coche amplio, que permita que los pequeños de la casa tener su propio espacio, y con un maletero de gran tamaño, pues están cansados de jugar al tetris con todos las maletas y mochilas cada vez que salen de viaje más de cuatro días seguidos.

Al llegar al concesionario, hay dos opciones que llaman su atención: una berlina Serie 3 y el Active Tourer serie 2. Ninguno de los dos modelos supera los 20.000 kilómetros, algo muy a tener en cuenta para esta familia, que está dispuesta a sacarle al coche todo el partido posible. Los asesores de Goya Automoción conocen a la perfección las características de todos los modelos disponibles, y les comentan las opciones de financiación y los extras en mantenimiento y reparación que incluye la compra de un vehículo de ocasión en el concesionario oficial de la marca.